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Shiva1995 Fecha: Martes, 06 Diciembre, 2011 ⭐ Puntos 5 (4 votos)
Tras unos años cerrado por obras de restauración, el Palacio Güell volvió a abrir sus puertas al público el pasado mes de mayo. Construido entre 1885 y 1890 por Antoni Gaudí por encargo del industrial Eusebi Güell, en 1984 fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Eusebi Güell era un rico empresario catalán (según la revista Forbes, se calcula que su fortuna se situaba entre las 25 primeras del mundo de la época) y gran mecenas de las letras y las artes. Su estrecha colaboración con Antoni Gaudí, que representaba en su época la renovación de la arquitectura coincidiendo con la eclosión del Modernismo catalán paralelamente a otros movimientos europeos, dieron como resultado algunas obras actualmente conocidas en todo el mundo y que despiertan gran admiración por su originalidad estética. El Palacio Güell es uno de los primeros frutos de esta amistad entre el industrial y el artista: pensada como residencia familiar, parece ser que la esposa del empresario no se sentía muy a gusto en esta casa y al poco tiempo de instalarse se trasladaron al Parque Güell.
El Palacio consta de ocho plantas, incluidos el sótano y la azotea. El sótano estaba destinado a la cuadra, donde se guardaban los caballos, la paja, la leña y el carbón. Pese a estar en el subterráneo, el local está perfectamente aireado. Destacan sus columnas fungiformes, que forman un paisaje muy peculiar.
Cuadras del palacio
Tras subir por la escalera principal se accede al entresuelo, donde se halla el vestíbulo que lleva a la planta noble. Este espacio consta de varias dependencias destinadas a la administración de los negocios de la familia.
Vestíbulo y escalera de honor
Subiendo por la escalera de honor se llega a la planta noble, que es donde el edificio adopta una composición de palacio. El comedor, el salón central y otras estancias dedicadas a la vida familiar y social, conforman el núcleo de la vivienda y es donde el edificio luce en todo su esplendor. Destaca especialmente el salón, que cuenta con una capilla privada y un órgano. Suntuoso por sí mismo, el juego de luces y sombras le dan una atmósfera especial gracias a la cúpula diseñada por el genial arquitecto y que simula un sistema de estrellas alrededor de un astro central.
Capilla del salón central y cúpula astronómica
Posteriormente se accede a la entreplanta, con la tribuna de los músicos, y a la planta destinada a los dormitorios de la familia. Antes de llegar a la azotea se pasa por el desván, donde se ubicaban las habitaciones del servicio, la cocina y el lavadero. Actualmente en este espacio se puede contemplar la exposición temporal “La restauración del Palacio Güell”, con una amplia explicación y fotografías de las obras que durante años se han llevado a cabo para devolverle a este lugar su esplendor de antaño.
Llegando a la azotea se puede contemplar una vez más la originalidad gaudiniana. Con sus veinte chimeneas de obra vista o decoradas con el famoso “trencadís”, en cuyo centro se alza la aguja de quince metros de altura que es la encargada de proporcionar luz al salón central, Gaudí consiguió renovar la azotea tradicional barcelonesa: unos años más tarde la Casa Milá rompería totalmente con todos los convencionalismos.
Azotea con la aguja central y una de las veinte chimeneas
Desde que volvió a abrir sus puertas en mayo de este año, el Palacio Güell se ha vuelto una parada indiscutible en el recorrido turístico gaudiniano de la ciudad condal, entre otras cosas por ser la única que completó y también porque no ha sufrido modificaciones esenciales posteriormente.
Datos prácticos
Abierto de martes a domingo, entrada gratuita el primer domingo de mes.
Palacio Güell
Nou de la Rambla, 3-5
08001 Barcelona
Palacio Güell
Fecha: 06/Dic/2011 21:46:38
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