Una de las mejores rutas para adentrarse en Praga es pasear por la antigua ruta del Camino Real. Este es el recorrido que seguían los reyes el día de su coronación camino del Castillo de Praga. La ruta engloba diferentes puntos de interés y es muy recomendable de hacer especialmente para estancias de pocos días en Praga.

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Primera parte de la Ruta. Desde la Casa Municipal al Puente de Carlos IV

Empieza la ruta en la Casa Municipal. En este mismo punto antes se asentaba el antiguo Palacio de la Corte Real. El edificio actual fue construido entre 1906 y 1912. Su espléndida fachada, rica en decoración art nouveau, es obra del conocido artista checo, Alfons Mucha.

Dejamos la Casa Municipal y pasamos bajo la Puerta de la Pólvora que data del siglo XI y es una de la 13 puertas de entrada a la ciudad. En el exterior de la Puerta podemos ver un gran número de esculturas y ornamentos góticos y neogóticos que embellecen la fachada. El aspecto actual es el resultado de una amplia reconstrucción realizada entre 1875 y 1886. La torre mide 65 metros de alto y la parte superior está abierta al público. Merece la pena subir para poder admirar las vistas de la ciudad, en especial en dirección a la Torre del Reloj y al Castillo.

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Casa Municipal - Puerte de la Pólvora

Prosigue el camino por la Calle Celetna hasta llegar a la Casa de la Virgen Negra. Este edificio cubista alberga un museo de arte cubista checo. En la esquina del edificio se encuentra la Madona Negra, que data del siglo XVII y que da nombre a esta casa.

El siguiente punto de interés es la Iglesia del Tyn, en la plaza de la Ciudad Vieja, donde la comitiva realizaba un alto en el camino para escuchar el juramento de lealtad de la Universidad. Merece la pena ir a ver la iglesia para descubrir que su entrada queda entre unas calles estrechas que impiden tener una visión general de la fachada. Así mismo, en su interior podemos encontrar elementos de interés como un grupo escultórico gótico que representa el Calvario y una pila bautismal de inicios del siglo XV.

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Casa de la Virgen Negra - Iglesia de Nuestra Señora del Tyn

Tras reanudar la marcha, el séquito real alcanzaba el ayuntamiento, en la Plaza de la Ciudad Vieja, donde un banda de músicos homenajeaba a los dignatarios. También colocaban una tarima donde las autoridades no perdían detalle del acontecimiento.

En el ayuntamiento es de obligado interés visitar el reloj astronómico, especialmente a las horas en punto que es cuando aparecen a saludar las figuras de los apóstoles. También es preciso subir a la Torre del Reloj para poder ver la mejor vista de la fachada de la iglesia del Tyn.

En la parte oeste de la Plaza de la Ciudad Vieja, contiguo al Ayuntamiento de la Ciudad Vieja está la Casa del Minuto. Hay un león de piedra de fines del siglo XVIII, situado en uno de los ángulos del edificio que recuerda la época en que éste servía de sede a la farmacia más importante de toda la ciudad.

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Torre del Reloj- Salida de los apósteles a la hora en punto

En Malé Namesti llegaba el turno del saludo de los mercaderes y las órdenes religiosas. Como se puede comprobar todo aquel con cierto grado de notoriedad estaba interesado en que se le viera cerca del séquito real.

En la esquina de la calle Karlova y Seminarsk se encuentra la Casa del Pozo de Oro. Se trata de un destacado edificio que está decorado con fantásticos relieves de San Venceslao y San Juan Nepomuceno.

Seguía la comitiva hasta el Clementium, antigua seda de los jesuitas de Praga, fundada con el objetivo de convertir la población local al catolicismo. En el Clementium era el clero el que aguardaba la comitiva y bendecía su paso hacia el Castillo.

Llegaban luego a la plaza de los Caballeros Cruzados donde actualmente se puede ver la estatua de Carlos IV. Se da el caso de que cuando Leopoldo II pasó por esta plaza las nubes se abrieron para dar paso a un rayo de luz. Este hecho se consideró un signo de buen augurio, aunque a decir verdad, a los pocos meses la muerte le visitaría.

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Segunda parte de la Ruta. Desde el Puente de Carlos IV hasta el Castillo

Pasaba la comitiva bajo la Torre de la Ciudad Vieja (imprescindible subir para tener unas vistas inigualables del Puente y del Castillo) y luego avanzaban por el famoso Puente de Carlos IV hasta llegar a la Mala Strana.

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Estatua de Carlos IV - Vista del Puente y de la Torre de la Ciudad Vieja desde el Moldava

Una vez allí, la comitiva continuaba por la calle Mostecka. Al entrar, el alcalde daba las llaves de la ciudad al rey y una salva de artillería adornaba el momento.

Luego proseguían hasta alcanzar la destacable Iglesia de San Nicolás, con su cúpula y el campanario barroco, y en ese momento las campanas repicaban en señal de alegría.

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Iglesia de San Nicolás vista desde los jardines Vrtba

Finalmente la comitiva encaraba la parte final subiendo la calle Nerudova. En esta calle se puede encontrar bonitas fachadas con símbolos de animales y de diferentes objetos, como la casa del Aguila Roja (nº6), los 3 Violines (nº 12), la Herradura Dorada (nº 34), la Lagosta Verde (nº 43), la Calle de los Dos Soles (nº 47, que es donde vivió el poeta Jan Neruda) o el Cisne Balnco (nº 49). También en esta calle se encuentran algunos de los edificios de las embajadas en Praga.

El trayecto finalizaba en la Catedral de San Vito donde tenía lugar la coronación.

La entrada a la Catedral es gratuita así como subir a las torres de la misma. Desde este punto se tienen unas vistas impresionantes del Puente de Carlos y del resto de la ciudad.

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Vista del Puente de Carlos desde la torre de la catedral

Algunos de los espacios más visitados del complejo del Castillo son: La propia Catedral de San Vito, el Callejón de Oro donde vivió el escritor Frank Kafka en el número 22, La Basílica de San Jorge o el Palacio Real.

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Entrada al Castillo - Callejón de Oro

Hay gran cantidad de lugares de interés que quedan muy cerca de la ruta expuesta como son Josefov o Barrio Judio (con su antiguo cementerio, las sinagogas y sus leyendas), la isla de Kampa, los jardines Vrtba, la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria que es donde se encuentra el famoso Niño Jesús de Praga, o el Loreto. Así que merece la pena realizarla.

Como Praga es una ciudad muy turística es preferible hacer la ruta en sentido contrario, es decir, iniciándola por el Castillo hasta llegar a la Casa Municipal. A primera hora se puede visitar sin tantos agobios la Catedral y el resto de edificios y estancias del complejo del Castillo ya que suelen llenarse de visitantes a medio día (como es el caso del Callejón de Oro). Además la ruta es de bajada y se hace más llevadera.

Una buena forma de acceder al Castillo es en tranvía (nº 22 o 23) ya que permite ver a la vez la ciudad. El metro también nos llevará hasta el Castillo (línea A hasta Malostranska y subir las empinadas escaleras de Stare azamecke schody o bajar en Hradcanska)