VISITANDO LA COLONIA GÜELL - BARCELONA

Lunes, 09 Enero de 2012 a las 22:54:58

Publicado por Shiva1995

En Santa Coloma de Cervelló, a unos veinte kilómetros de Barcelona, el industrial catalán Eusebi Güell hizo construir la Colonia que lleva su nombre y encargó la edificación de la iglesia a su gran amigo el arquitecto Antoni Gaudí, la cual fue declarada en 2005 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La Colonia, creada alrededor de la fábrica textil propiedad de Güell, estaba formada principalmente por las casas de los obreros. No obstante, a diferencia de otras grandes colonias industriales, Güell quiso que la suya también contara con todo tipo de equipamientos para mejorar las condiciones sociales de los trabajadores: centros culturales, escuela, médico, etc., formándose así un núcleo urbano que actualmente todavía está habitado y que sigue conservando el encanto de un tranquilo pueblo por el que perderse una mañana.

En muchas de las construcciones de la colonia el gran mecenas que fue Eusebi Güell quiso incorporar la corriente modernista a algunas de las nuevas viviendas, y para ello encargó los proyectos a famosos arquitectos de la época.


No obstante, la joya de la corona de la Colonia es, sin duda, la iglesia que el industrial catalán encargó a Antoni Gaudí. Esto ocurría en 1898 y, tras realizar varios estudios previos, en 1908 empezó la construcción del templo. El proyecto, una iglesia con dos naves, superior e inferior, coronada por diferentes torres laterales y con un cimborio central de 40 metros, quedó inacabado, presumiblemente porque en 1914 la familia Güell decidió no seguir financiando su construcción en un periodo de gran conflictividad obrera y antieclesiástica. De esta forma, al haberse finalizado únicamente la nave inferior y el pórtico, pasó a denominarse popularmente cripta.



Sin duda, el elemento más vistoso del portal es el mosaico sobre el dintel. De forma romboidal, se realizó con centenares de vidrios que, aparte de contener numerosas figuras geométricas, tiene varios elementos figurativos de simbolismo religioso: una antorcha, un ancla, una cruz en llamas, entre otros.


El interior de la iglesia, con una única nave de dimensiones más bien reducidas, cuenta con cuatro columnas centrales de piedra basáltica que son las que han de soportar todo el peso. El innovador diseño permite disponer los bancos de forma que desde cualquier punto se puede contemplar el altar mayor.