UN DIA EN FIGUERES - Girona


Lunes, 13 Junio de 2011 a las 23:24:02

Publicado por Shiva1995

Figueres cuenta con un centro de atracción indiscutible visitado por miles de personas cada año: el Teatro-Museo Dalí. Menos conocido pero con un valor histórico innegable es el Castillo de San Fernando, la fortaleza más grande de Europa. Podemos realizar ambas visitas en una jornada.

Figueres es una localidad de la provincia de Girona que se encuentra a 138 kilómetros al norte de Barcelona y distante unos 22 kilómetros del municipio de Roses, en plena Costa Brava, uno de los destinos turísticos más famosos y concurridos de Catalunya.

Ciudad natal del artista Salvador Dalí, en ella quiso tener su Teatro-Museo para albergar buena parte de su obra. Inaugurado en 1974 en lo que era el antiguo teatro de la localidad destruido al final de la Guerra Civil y reconstruido bajo su dirección, fue concebido como un espacio surrealista para que el visitante se sumerja en ese mundo tan personal creado por Dalí.


Entrada principal al Teatro-Museo Dalí

Un buen ejemplo de la creatividad del pintor es la cúpula geodésica, que se ha convertido en el símbolo no sólo del museo sino de la ciudad de Figueres.

Huevos gigantescos, figuras que recuerdan la estatuilla de los Oscar y multitud de panes enganchados en la pared exterior del edificio que alberga el museo nos advierten ya de que lo que encontraremos en su interior no será fácil de describir.


Parte posterior del Teatro-Museo Dalí

Ya en su interior, probablemente los espacios más famosos sean el Cadillac lluvioso, situado en el patio central, y la Sala Mae West, que reproduce a base de cortinas, sillones y objetos varios el rostro de la actriz.

De entre las 1.500 obras que alberga el museo (algunas no son de Dalí) se encuentran las conocidísimas Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln y Galatea de las esferas.

También nos esperan otros cuadros de nombres imposibles como Retrato de Gala con dos costillas de cordero en equilibrio sobre su hombro, Desmaterialización de la nariz de Nerón o Autorretrato blando con bacón frito. Poco más se puede añadir salvo que la obra de Dalí es única en el mundo y no puede explicarse sino que hay que verla y vivirla.

Tras la experiencia surrealista podemos volver a la realidad visitando el Castillo de San Fernando, la fortaleza más grande de Europa situada en una colina que domina la ciudad de Figueres. Su atractivo no reside tanto en su belleza arquitectónica sino en el indudable interés que tiene desde un punto de vista histórico y de pericia en la construcción de un edificio militar.

El castillo o fortaleza se construyó en el siglo XVIII como lugar defensivo para repeler las invasiones del enemigo que podían entrar tanto por mar (Figueres está a 22 kilómetros de la costa) como desde Francia (cuya frontera se encuentra sólo a 26 kilómetros). Ocupa 12 hectáreas lo que la convierte en la construcción militar más grande de Europa.

Se trata de una construcción baluarte muy diferente a como era este tipo de edificaciones en la Edad Media, ya que se adecuó al tipo de armamento que se usaba en la época. Llegaron a vivir hasta 4.000 personas entre militares, civiles y familiares, y se concibió como una ciudad autónoma en la que se cultivaba todo tipo de alimentos y se criaba también ganado para su consumo, por lo que la dependencia del exterior era mínima.

Durante la Guerra Civil fue fortaleza de los republicanos y en ella se conservó buena parte de las obras que se encontraban en el Museo del Prado para protegerlas de su destrucción.

En el año 1997 dejó de tener uso militar y en la actualidad, salvo unas dependencias que son propiedad del Ministerio de Defensa, únicamente tiene finalidad turística. En la fortaleza estuvo cumpliendo condena el militar golpista Antonio Tejero tras la intentona del 23-F.

Castillo de San Fernando
Puede realizarse una visita por libre con audio-guía pero recomendamos hacer la ruta llamada “La Catedral del Agua”, que nos llevará primeramente en jeep por el foso del recinto, que tiene más de 3 kilómetros de perímetro. Aunque llamado así, no fue el típico foso medieval con agua sino que se utilizaba para cultivar la tierra y criar el ganado.

Seguidamente entraremos en una de las cinco galerías subterráneas que se construyeron con la finalidad de evitar que el enemigo pudiera excavar el terreno e introducirse en el castillo. Se trata de unos pasillos de más de 100 metros de largo con tres brazos perpendiculares en cuyos extremos se colocaba un soldado que permanecía durante ocho horas seguidas en completa oscuridad y con la oreja pegada a la pared con la finalidad de oír cualquier ruido que pudiera indicar algún intento de excavación exterior.

Nos dirigimos a la Plaza de Armas, centro neurálgico de la fortaleza y donde se encontraban las residencias de los oficiales, para entrar en las cisternas subterráneas donde se almacenaba el agua que, a través de una canalización y un acueducto, llegaba hasta el centro mismo de la edificación. Montados en una zodiac y pertrechados con un casco, navegaremos por el agua que sigue siendo potable como han demostrado algunos estudios. Deberemos hacer algún que otro contorsionismo para poder pasar por los diferentes canales.

Otros puntos de interés son las caballerizas, la iglesia que no llegó a construirse y el Patio de Armas con las viviendas de los oficiales.

Castillo


Datos prácticos:
• Saliendo de Barcelona se coge la autopista AP-7 dirección Francia, salida Figueres.
• Los horarios pueden variar en función de la época del año, conviene consultarlos previamente y si se desea realizar la visita “La Catedral del Agua” es imprescindible reservar con antelación. No es apta para personas que padezcan claustrofobia o tengan movilidad reducida, ni tampoco para mujeres embarazadas. Tiene una duración aproximada de dos horas.
• Más información: www.salvador.dali.org/museus/figueres/index.html
http://www.figueres.cat/cat/content/39/castell-de-sant-ferran.html
http://www.lesfortalesescatalanes.info/cat/escapades/castell-de-sant-ferran.html


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