Jueves, 20 Junio de 2024 a las 00:29:44
Publicado por Oficinas-Turismo
Formentera, la menor de las islas Pitiusas, esconde un tesoro natural único: una enorme biodiversidad de flora autóctona que se despliega todo el año, pero especialmente en primavera, en su variedad de paisajes y ecosistemas.
Un tapiz de flores silvestres
Más allá de sus playas de aguas cristalinas, Formentera ofrece un espectáculo floral que cambia con las estaciones. En primavera, la isla se viste de colores con amapollas, margaritas, gladiolos, campanillas de dunas, azucenas de mar y delicadas orquídeas. Un paseo por sus bosques de sabinas retorcidas por el viento o pinos te permitirá admirar también enebros, romeros, brezos, tomillos y otras especies únicas.
Un ecosistema mediterráneo singular
A pesar de tener la precipitación media más baja de las Baleares, Formentera presume de una vegetación rica y variada.
Bosques: Dominados por sabinas y pinos, albergan también máquias (arbustos de altura entre 50 cm y 4 metros) y especies como el madroño. En zonas de menor densidad encontramos mayor diversidad, con romero, brezo, jaras y aromáticos tominos. La Mola y Cap de Barbaria son los mejores lugares para observar estos hábitats.
Orquídeas: Estas delicadas flores, catalogadas como Hábitat de Interés Comunitario Prioritario, crecen en suelos inalterados y bajo condiciones especiales. En Formentera existen 17 especies autóctonas conocidas por sus estrategias de polinización que "engañan" a determinados insectos.
Agricultura: La higuera, símbolo de la isla, y la vid son los cultivos más extendidos. Almendros, algarrobos y olivos completan el paisaje. Los campos y caminos se llenan de amapolas, caléndulas, margaritas, gladiolos y plantas silvestres con propiedades medicinales o culinarias, como el tomillo cabezudo, las collejas y el hipérico.
Playas y dunas: Las playas de Formentera conservan algunos de los sistemas dunares mejor conservados de las Baleares. Las plantas que crecen sobre ellas, con raíces profundas, retienen la arena y fijan las dunas. Entre ellas encontramos la rubia marina, el rábano de mar, la campanilla de las dunas y la azucena de mar. En las zonas más alejadas del mar crecen sabinas.
Saladares: Un hábitat único donde crecen especies como Limonium formenterae, Limonium wiedmanni o Limonium gosii. En el Camí des Brolls se pueden encontrar eneas y carrizos.
Zonas litorales: Casi un 30% de las plantas catalogadas en Formentera pertenecen a las comunidades litorales. Encontramos Limonium minutum (exclusiva de Baleares), Limonium cassonianum y hinojo marino. Pequeños islotes como s'Espalmador o es Freus ofrecen una buena representación de estos hábitats.
Acantilados: Los acantilados de la Mola y Cap de Barbaria albergan especies de gran valor natural como el palmito, única palmera autóctona, y la Saxifraga corsica subsp. cossoniana.
Formentera cuenta con más de veinte plantas endémicas. Un tesoro por descubrir.
Formentera es mucho más que playas de ensueño. Es un paraíso floral que merece ser descubierto.
Más información: www.formentera.es |