Ruta por los Almendros en Flor del Algarve - Portugal |
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La temprana primavera llega en febrero al Algarve, trayendo consigo el maravilloso espectáculo de los almendros en flor. Érase que se era una bella princesa que vivía en un pequeño país encantado. No era un país lejano, ni oscuro, ni lleno de seres extraños. Más bien era un país soleado y hermoso, de bonitos paisajes verdes e infinitos mares, de cielos azules desiertos de nubes que surcaban preciosas aves únicas en su especie y campos boyantes de naranjos e higueras… Paisajes muy románticos en el interior del Algarve El cuento de hadas del rey Ibn- Almundim y la princesa Gilda se ha transmitido de generación en generación en el Algarve, para explicar a lugareños y visitantes el origen de los almendros en flor en el sur de Portugal. El epicentro de tan bonita leyenda es Silves, la capital del antiguo reino árabe, en las faldas de la Sierra de Monchique. Ciudad rica y poderosa, bella y lujosa, hay historiadores que describen a Silves como “más fuerte y diez veces con más carácter” que la propia Lisboa. Su magnífico castillo, testigo de la historia del llanto de Gilda y la gesta de su amado príncipe, es el más grande, mejor conservado e importante de Algarve y el mejor exponente de arquitectura militar islámica existente en Portugal. Está lleno de fragmentos de historia que permiten imaginar cómo era la vida hace diez siglos. La Cisterna da Moura, con cerca de 10 metros de altura y sus cuatro bóvedas asentadas en columnas, y la Cisterna dos Cães, un pozo con 60 metros de profundidad, hacen recordar las historias de las Mil y Una Noches. Un imprescindible en la región, que ofrece unas vistas únicas desde sus murallas y torres de arenisca roja del valle del río Arade, con las suaves colinas y los campos floridos como telón de fondo. Pero son muchos los pueblos del barrocal algarvío en los que se pude disfrutar del espectáculo de los almendros en flor, siendo las primeras semanas de febrero el momento álgido del espectáculo, cuando los tonos castaños y verdes de la naturaleza dan paso a la explosión blanca, como si de un gigantesco cuadro impresionista se tratara. Cruz de Alta Mora, Soalheira, Caldeirão, Pernadeira, Funchosa de Baixo y Funchosa de Cima son algunas de las aldeas en las que disfrutar de esta preciosa experiencia, así como Loulé y sus alrededores, cuyos paisajes pintan pseudos cuadros impresionistas que hay que disfrutar mucho más que una vez en la vida. Información facilitada por Turismo de Algarve: www.visitalgarve.pt |
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