'Tomando las de Villadiego' - Rutas por Burgos.


Jueves, 09 Febrero de 2017 a las 22:35:48

Publicado por Oficinas-Turismo

Cultura, naturaleza y tradición han convivido durante siglos en esta villa de aire medieval de la provincia de Burgos, testigo de Historia e historietas. La Edad Media se respira como nunca en Villadiego al dejarse caer por sus calles, los restos de su antigua muralla, al pasear frente a sus palacios del siglo XVI o sentarse a admirar su preciosa plaza porticada. Además de su oferta histórico-artística, la villa sorprende a través de Fabulantis, el centro de interpretación de las Cuatro Villas de Amaya desde el que se explican sus características desde un punto de vista didáctico e interactivo, aprovechando el vínculo de la localidad con el mundo del cómic. Un territorio lleno de posibilidades que complementa una escapada en cualquier época del año con sus opciones de turismo de naturaleza y su estupenda gastronomía.

UNA VISITA INIMAGINABLE ‘TOMANDO LAS DE VILLADIEGO’


Situada a unos 38 kilómetros de la ciudad de Burgos y enmarcada en la margen derecha del río Brullés se encuentra Villadiego, villa fundada por el conde don Diego Rodríguez Porcelos, señor de Amaya, en el siglo IX. Perteneciente a la comarca de Odra-Pisuerga, se presenta como el segundo municipio más poblado del oeste de la provincia, por ello dispone de todos los servicios necesarios para satisfacer las necesidades del viajero, que se verá encandilado por su patrimonio histórico y cultural, testigo de la historia de Castilla.

Con una estructura urbana puramente medieval que tiene en la Plaza Mayor porticada su epicentro, cuenta con vestigios importantes de la época como la muralla y el Arco de la Cárcel, un robusto edificio que fue originalmente puerta de entrada a la villa y que conserva sus calabozos en buen estado. A ello se unen varios monumentos de interés como el Palacio de los Velasco, el Palacio de los Condestables de Castilla, el Pozo artesiano, el puente medieval sobre el río Brullés, la iglesia de San Lorenzo, la de Santa María, la ermita del Cristo o el convento de San Miguel de los Ángeles.



Entre sus museos destacan el de Arte Religioso o Arte Sacro, en la iglesia de San Lorenzo; el Pictórico, Etnográfico, Paleontológico y de la Radio, ubicado en el Arco de la Cárcel y el museo del Cómic, construido en 2015. Este último, más conocido por ser centro de interpretación de las Cuatro Villas de Amaya, Fabulantis, permite descubrir el territorio por medio de la imaginación y la creatividad a través del prisma del cómic. En una primera sala se invita a los visitantes a conocer sus características generales, pasando después a desvelar el vínculo de Villadiego con esta disciplina.

La localidad fue residencia de Ángel Pardo, el historietista que más cuadernos del Capitán Trueno dibujó, razón por la que todo el museo aborda su oferta desde esta perspectiva. De forma interactiva, pequeños y mayores pueden disfrutar de actividades como el ‘cómic-matón’ o el ‘aplausómetro’ mientras dibujan a su propio superhéroe o crean su propia viñeta. Una visita imprescindible en cualquier escapada por Villadiego y su comarca.


El turismo de naturaleza también reclama su momento en esta escapada. Muy cerca del municipio se encuentra la Peña Amaya, una cima que invita a realizar su ascenso –de dificultad media-baja- casi en cualquier época del año, que también actúa como emblema de la zona al ser testigo vivo de la historia a lo largo de los siglos. Para reponer fuerzas, será indispensable dejarse llevar por la gastronomía local, capitaneada por el lechazo, la deliciosa morcilla y unos quesos de oveja de gran calidad.


‘Tomar las de Villadiego’
Este famoso dicho, ligado inevitablemente a la localidad y tan común aún en la actualidad, hace referencia a huir desesperadamente de un riesgo o persecución. La expresión tiene su origen en la Edad Media, cuando los judíos se refugiaban en Villadiego para no ser detenidos tal y como estableció Fernando III el Santo en una de sus encomiendas, a través de la cual les privilegiaba. Como símbolo de protección se les obligaba a vestir en todo momento unas medias –calzas- amarillas hasta la rodilla, también para facilitar su identificación. Así, los judíos ‘tomaban las de Villadiego’ cuando se sentían amenazados, buscando refugio en la villa.


Información facilitada por Turismo de Burgos: www.turismoburgos.org

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