Bellísimos enclaves históricos, reservas naturales perfectas para desconectar, fantásticos resorts a pie de playa, una gastronomía exquisita, un desierto espectacular, muy diferente a los del resto del mundo… y una oferta de ocio y actividades inigualable. Jordania es el lugar perfecto para viajar en familia: es un destino exótico, seguro y con un clima fantástico, con sol garantizado durante la mayor parte del año. Además, la amabilidad y hospitalidad de sus habitantes harán que os sintáis como en casa, ¡o incluso mejor! Además de sus numerosos museos (no te pierdas el museo Infantil, el museo Arqueológico y el Real Museo del Automóvil; la colección de los coches que utilizaba el rey Hussein Bin Talal en sus visitas oficiales y personales es espectacular), merece la pena acercarse al parque del rey Hussein y pasear por sus diferentes jardines temáticos, y perderse por el casco antiguo de Amán, una zona llena de vida, con mucha personalidad. El área que comprende el nuevo proyecto Abdali (el nuevo centro financiero y comercial de Amán) y, concretamente, el bulevar, una calle peatonal llena de tiendas y restaurantes con muchísimo ambiente, es otra de las nuevas propuestas de la capital para disfrutar de un paseo en familia. Petra de Noche, un espectáculo mágico Petra, una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, es uno de esos lugares que merece la pena visitar en familia, ¡al menos una vez en la vida! Y es que, además del inolvidable recuerdo que supone pararse a contemplar la fastuosa facha del Tesoro, la antigua capital nabatea ofrece a mayores y pequeños todo tipo de experiencias complementarias, como diferentes rutas de senderismo dentro del propio yacimiento (la que sube hasta el Monasterio es perfecta para quienes tengan hijos adolescentes, llenos de vitalidad y energía). Otra experiencia imprescindible es la que ofrece ‘Petra by Night’, un espectáculo sin precedentes que brinda una experiencia realmente única en uno de los sitios más visitados del país. Cada lunes, miércoles y jueves, la denominada ciudad rosa se ilumina con la luz de 1.800 velas, que alumbran El Tesoro mientras suena música beduina. Prometido: los peques de la casa se quedarán con la boca abierta… Aqaba, diversión a pie de playa Otra buena opción para quienes viajen en familia es dejarse mecer por las olas de Aqaba, en el Mar Rojo… y disfrutar de unos días de sol y playa. Ambas cuentan con magníficos resorts del más alto nivel, con todo tipo de instalaciones, spas, piscinas y jardines, perfectos para que los niños jueguen y disfruten de unos días de relax frente al mar. Igualmente, de Aqaba merece la pena destacar su excelente oferta de actividades acuáticas, como el windsurf, el esquí acuático, la vela, el submarinismo y el esnórquel, una experiencia muy divertida. La otra Jordania: desierto, reservas naturales, turismo solidario… Además de uno de los paisajes más bellos del mundo, Jordania ofrece a sus visitantes la posibilidad de practicar todo tipo de actividades en familia: un paseo en jeep o a camello por el desierto de Wadi Rum (si os gustan las emociones fuertes, también podéis dar un paseo en globo); un safari por la reserva natural de Dana, uno de los espacios verdes de Jordania que ha conseguido introducir algunas especies animales de Oriente Próximo en peligro de extinción; una ruta de descenso de cañones en Wadi Mujib, muy cerca del Mar Muerto; un baño termal en las aguas de Hammamat Ma’in; o una experiencia de turismo solidario en los telares de Bani Hamida (Madaba). Las experiencias son casi tantas como familias existen en el mundo. Información facilitada por Turismo de Jordania: www.sp.visitjordan.com |
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