ARANDA DE DUERO EN INVIERNO (BURGOS) |
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Aranda de Duero apuesta por conquistar a través de los cinco sentidos durante el invierno con una escapada a esta comarca de ensueño. Las escapadas de fin de semana y las festividades que marcan el calendario sirven para desconectar y cargar pilas. Aranda de Duero presenta sus propuestas a todo aquel viajero que decida pasar unos días de relax en un alojamiento con encanto, rodeado de viñas, donde gastronomía, cultura y paisaje van de la mano. Prepara la maleta, la Ribera del Duero te da la bienvenida a su casa. Oído. Escuchar, y no oír, todo lo que Aranda de Duero cuenta a través de sus rincones, plazas, iglesias, montes y colinas, de sus fortalezas, de ella en sí misma y de su pasado medieval donde se sucedieron historias como las que relatan algunos episodios del Cantar del Mio Cid. Tacto. Que el cuerpo se deje llevar por una actividad física saludable se convierte en un atractivo para muchos turistas. Por eso te recomendamos deslizarte por la pista de hielo de la Plaza Mayor o participar en la San Silvestre del 31 de diciembre. Una carrera que reúne cada año a más de 4.000 divertidos participantes, por algo Aranda de Duero se ha convertido en la capital del atletismo español. Olfato. En Aranda y su comarca se respira el aire húmedo del invierno, el olor de la nieve caída entre los pinos, la tierra mojada de unos pagos cuyas cepas, adormiladas por el frío, esperan un año más el milagro de la vida. Es el momento idóneo para llevar a cabo una visita por cualquiera de los establecimientos asociados a la Ruta del vino Ribera del Duero y brindar por el nuevo año con un buen vino. Y para dejar un buen sabor de boca: el gusto. Saborear Aranda a través de sus platos. Pedir un lechazo y disfrutar de lo auténtico, junto al fuego de una chimenea. Compartir un sabroso cordero lechal, acompañado de morcilla del país, la torta de aceite y la lechuga de la huerta. Sabores de ahora y de siempre. Y cómo no, para los golosos, el acompañamiento de los empiñonados, las yemas y los dulces horneados en los conventos de las monjas. Los sentidos no engañan. Es un verdadero placer pasar unos días en la capital ribereña. Aranda de Duero, la ribera que gusta. Sobre Aranda de Duero Rodeado por un paisaje de viñedos y construida a orillas del Río Duero se revela un territorio con historia y carácter: Aranda de Duero. Esta Villa realenga es la capital de la Ribera del Duero y un destino rico en patrimonio, cultura, gastronomía, arquitectura, naturaleza, folclore, deporte, familia y tradición vitivinícola y ganadera que se transmite de generación en generación. Considerado como el tercer municipio más poblado de Castilla y León, Aranda de Duero tiene mucho peso en la historia nacional. Aranda de Duero es la Ribera que me gusta, la Ribera que se mueve. Información facilitada por: www.arandadeduero.es |
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