Ruta por los Castillos del Algarve


Martes, 15 Noviembre de 2016 a las 23:24:31

Publicado por Oficinas-Turismo

Desde Tavira a Aljezur, un recorrido por las 10 fortalezas más imponentes de la región. Los imponentes castillos que “salpican” el Algarve y confieren su particular aspecto a paisajes y pueblos de la región son vestigios del rico pasado cultural del sur de Portugal: recorrerlos es una bonita forma de “bucear” en su fascinante historia. El Algarve es tierra de playas doradas y aguas cristalinas pero también de antiguos reinos y castillos medievales. Hace siglos, romanos, fenicios, musulmanes y cristianos quedaron prendados por la belleza del Algarve y su privilegiada situación geográfica y se establecieron en la región, dejando un importante y rico legado cultural que forma parte de ese particular “ser algarvío”. Las imponentes fortalezas que “salpican” el paisaje de la región y confieren su particular presencia a playas, pueblos y campos, son vestigios del rico pasado cultural del Algarve. Y adentrarse en ellos es aventurarse a una historia fascinante.

RUTA POR LOS CASTILLOS DEL ALGARVE

Te proponemos una ruta por los 10 castillos algarvíos más imponentes que nos permitirán adentraremos en la excitante historia del sur de Portugal y conocer un poquito más de sus pueblos e historia.

Castillo de Silves.

Calificado como Monumento Nacional, es el más grande e importante del Algarve; no en vano, es el segundo monumento más visitado de la región (después de la Fortaleza de Sagres). Construido por los almorávides árabes en el siglo XI, refleja el esplendor de la civilización islámica en aquella época y la importancia que tuvo en el Algarve dentro de su territorio. Situado en la cima más alta del pueblo de Silves, es considerado el castillo árabe mejor conservado del país. La fortaleza es visitable y se puede caminar por sus anchas murallas de piedra arenisca. Destacan su puerta principal, custodiada por dos torres, y en el interior un profundo foso, una cisterna rosada de 5 metros de profundidad y sus jardines. Ofrece una amplia vista sobre el valle del Arade y una bonita panorámica de Silves.

Castillo de Castro Marim.

Su muro data del siglo VIII a.C., aunque el castillo fue construido en el siglo XIII durante el reinado de D. Dinis, como parte del sistema de defensa nacional. La mayoría de sus ruinas están fechadas en el siglo XVII, periodo en el que fueron anexionadas nuevas murallas por orden de D. João IV. Desde sus murallas se pueden contemplar unas fabulosas vistas del Fuerte de São Sebastião, las salinas, el río Guadiana y el puente fronterizo que une Portugal con España. Clasificado como Monumento Nacional, cada año acoge su famosa Feria Medieval.

El Castillo de Lagos comenzó a construirse en época romana, aunque con la conquista musulmana fue ampliado y fortalecido. Fue la Casa de los Gobernadores de Algarve hasta 1755, fecha en el que quedó afectado por un maremoto. Tras su reconstrucción, fue reconocido como Monumento Nacional.



Castillo de Paderne.

Es uno de los siete castillos representados en el escudo de la bandera de Portugal. Construido en la segunda mitad del siglo XII, durante la ocupación árabe, el Castillo de Paderne, cerca de Albufeira, es el ejemplo más significativo de la arquitectura militar musulmana en toda la Península Ibérica. Monumento Nacional desde 1971, esta fortaleza tiene la particularidad de haber sido construido en tapial – mezcla de barro, tiza y cal - en el período almohade, entre el siglo XII y el siglo XI, durante la última fase de la ocupación musulmana de la Península Ibérica.

Castillo de Tavira.

Vigilando desde la cima de una colina la bella y marinera Tavira, se encuentra este castillo en el que se han descubierto recientemente restos de una muralla fenicia del siglo VIII. a. C. En 1292, D. Dinis ordenó reforzar el castillo y construir la torre principal y la torre del homenaje. Durante la época de los descubrimientos, Tavira creció en importancia hasta la Restauración, cuando la fortaleza fue modernizada por orden de D. João VI. En 1755, el grave terremoto provocó serios daños en la fortaleza. Hoy día, es Monumento Nacional, y sus restos arquitectónicos permiten observar las diversas etapas de construcción de esta estructura militar. Destacan sus bellos y floridos jardines.


Castillo de Alcoutim.

Tras la reconquista cristiana en 1240, D. Sancho II ordenó construir un castillo para defender el pueblo, cuya construcción se prolongó hasta la primera mitad del siglo XIII. Durante el reinado de D. Dinis fue ampliado en 1304, y más tarde mejorada por D. Alfonso VI en 1640. Calificado como Edificio de Interés Público, es conocido como el ‘castillo nuevo’ para diferenciarlo de una fortaleza árabe situada más al norte. En su interior cuenta con un Museo de Arqueología vehiculado por una ruta histórica que recorre 5.000 años de historia a través de objetos y reliquias de las distintas culturas y pueblos que pasaron por Alcoutim.

Castillo de Loulé.

A mediados del siglo II a.C. el desarrollo de la industria conservera y la minería del cobre y del hierro por parte de los romanos aumentó la economía de Loulé. Su origen se remonta a la antigua ciudad medieval, Al’-Ulyã, fundada por los musulmanes durante el siglo VIII y que logró cierta relevancia en la época. En 1249, tras la reconquista de Alfonso III, el castillo árabe se reconstruye y Loulé pasa a formar parte de la Corona Portuguesa como uno de los principales centros comerciales del Algarve medieval. Después de siglos de degradación, el castillo se recuperaría gracias al primer conde de Loulé, Henrique de Meneses, en 1422, época de gran prosperidad en la ciudad. En el terremoto de 1755, la fortaleza quedó gravemente dañada. Clasificado como Monumento Nacional, destaca su muralla, una de las más notables de toda la región, así como sus torres y puerta de Faro, que conserva restos de la primitiva construcción almohade.

Castillo de Aljezur.

La primera muralla defensiva de Aljezur se remonta al siglo X, durante la ocupación árabe de la región. Su castillo, calificado de interés público, tiene una sola entrada, protegida por una torre circular. Este castillo permitió a lo largo de de los siglos controlar el puerto fluvial, nudo de comunicación con el mar, y se usó como elemento defensivo ante los repetidos ataques enemigos. Todavía se pueden admirar su muralla del siglo XIV, dos torres, desde donde disfrutar de una maravillosa panorámica sobre Aljezur, de la zona de la Igreja Matriz de Nossa Senhora da Alva y del Valle D. Sancho, en el que se cultiva arroz.

Castillo de Salir.

Durante la ocupación árabe, ya existía en el pueblo de Salir - en el interior de Loulé- una fortificación que sirvió como sistema defensivo contra los ataques de los cristianos. Con la llegada de las tropas de D. Paio Peres y D. Alfonso III, la fortificación jugó un papel importante. Construido en el borde de la colina, más tarde sería incendiado y reconstruido. De estilo almohade tardío, fue erigido en el siglo XII. Actualmente se pueden visitar sus escasas ruinas y un interesante centro arqueológico aledaño. Ofrece unas bonitas vistas de la sierra de Caldeirão y el Barrocal algarvío.

Castillo de San Juan de Arade.

Ubicado en uno de los pueblos con más encanto de la región, la villa pesquera de Ferragudo, el Forte de Sao Joao de Arade, como se le conoce en tierras portuguesas, se erige sobre dos playas, dominando el paisaje y la desembocadura del Río Arade. Levantado frente al mar en 1640, el edificio actual fue emplazado en el lugar donde se alzaba una torre vigía. Construido bajo una roca maciza, es uno de los pocos castillos que no fueron destruidos durante el terremoto de 1.755. Calificado de Interés Público, destaca por su torre del homenaje almenada y, cómo no, su imponente presencia sobre los arenales.


Información facilitada por Turismo de Algarve: www.visitalgarve.pt

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